martes, 13 de septiembre de 2011

Hometown glory.

I’ve been walking in the same way as I did, missing out the cracks in the pavement and tutting my heel and strutting my feet.

“Is there anything I can do for you dear? Is there anyone I could call?”

“No and thank you, please madam. I ain’t lost, just wandering”

Round my hometown, memories are fresh, round my hometown, the people I’ve met.

Are the wonders of my world? are the wonders of this world? are the wonders of now?

I like it in the city when the air is so thick and opaque, I love to see everybody in short skirts, shorts and shades, I like it in the city when two worlds collide, you get the people and the government everybody taking different sides.

Shows that we ain’t gonna stand shit, shows that we are united, shows that we ain’t gonna take it.

Round my hometown memories are fresh, round my hometown, the people I’ve met.

Are the wonders of my world?

lunes, 12 de septiembre de 2011

Fuck off.

¿Y a mi qué me importa lo que diga la gente? Estoy harta de tanta tontería junta, que si aquel ha hecho tal, que si el de más allá dijo pascual, ¡venga ya!, a ver si crecemos de una vez, esto parece salvame deluxe... pronto todos seremos peor que Belén Esteban y a mi el rubio platino no me sienta bien.
Y digo yo, ¿no sería más logico que cada uno criticase su vida en vez de la de los demás? así dejariamos de preocuparnos por lo que el resto hace y empezariamos a ser consecuentes con los actos que realizamos. No es tu problema que una persona cometa un error, es el suyo, y por tanto él es quien tiene que aceptar las consecuencias, que no digo que si una persona cercana te comenta un problema tu le ayudes con una critica, pero una critica constructiva, no para sentirse uno mejor porque el otro ha hecho algo mal.
Que una persona se centre en los problemas de otra y desatienda los suyos es penoso, no se consigue nada, solo la falsa ilusión de consuelo.
Yo seguiré haciendo lo que crea oportuno, a quien no le guste que no mire.

martes, 3 de mayo de 2011

Daenerys


¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar tan oscuro? Hace frío… no puedo ver nada… ¿Y esta sensación de calor tan repentina? Es un calor tibio y acogedor, ¿de dónde vendrá?

Una tenue luz comienza a iluminar mi visión y de repente mis ojos se abren, enfrente de mi cara un enorme huargo negro encima de mí, con su lengua babeante fuera y sus oscuros ojos clavados en mí, debería asustarme pero algo me dice que no quiere hacerme daño, si quisiese podría haberme matado ya, creo que quiere ayudarme. Su aliento cálido y húmedo ha debido ser lo que me ha despertado.

-… ¿y cómo he llegado aquí?

Me incorporo lentamente, hay nieve por todas partes y los árboles son tan altos que no me dejan ver el cielo, no reconozco este lugar. Un dolor punzante recorre mi cabeza, he debido de golpearme con algo y por eso no recuerdo qué hago aquí. Hagamos memoria, estaba en casa con mi madre, tan triste y mustia como siempre, investigando sobre la desaparición de mi padre hace ya 6 años, fui a la ciudad a hablar con los guardias, no me prestaron mucha atención, lógico, solo tengo 9 años, nadie haría caso a una joven pueblerina, pero me dijeron que mi padre era el líder de un escuadrón de expedición muy respetado y que en una de sus misiones al gran bosque del reino desapareció y solo encontraron los cadáveres  fríos de sus soldados abandonados entre la nieve, lo dieron por muerto, luego volví a casa para hablar con mi madre y en ese momento... vino un soldado a advertir de un avistamiento de caminantes blancos... ¡oh, no!... dios, ¿qué he hecho?

Sin pensarlo empiezo a correr dejando escapar un grito ahogado. Corro, corro y corro pero parece que nunca alcanzo la salida de aquel bosque nevado. De repente noto el húmedo hocico del huargo empujando mi brazo, giro la mirada y  le veo corriendo al lado mío, estaba claro que para él esto era como pasear, su musculatura y tamaño superaban sobradamente las mías. En un ágil movimiento me levanto en peso con su boca y me subió encima de él, su pelambre era denso y oscuro como el azabache, fuerte y recio como si de riendas de cuero se tratase.  Corrió velozmente hasta alcanzar el final de aquella senda espesa, delante nuestra se erguía mi hogar. Fui lo más rápido que pude, la puerta estaba abierta y estaba todo oscuro dentro.

-¿Madre?... ¿estás ahí?- dije imperiosamente.

Fijando la vista vi el movimiento de una sombra al fondo del salón, entré decidida a investigar. El frio que emanaba no era natural, al igual que aquella penumbra… el miedo recorría mi cuerpo, busque entre mis ropas y encontré un pequeño puñal, algo era. Mis pisadas resonaban en la casa y conforme me adentraba escuchaba un gemido lastimero proveniente de la habitación de mi madre.

Y allí estaba, sentada en la cama aparentemente normal, pero había algo mal en ella, tenía la mirada perdida y su cuerpo se balanceaba en el sitio. Di un paso más hacia ella cuando de repente se lanza ávida y violentamente hacia mí. Esquivé el ataque rápidamente pero me dio tiempo para ver aquellos ojos fríos y azules que me miraban como si de una bestia se tratase, era demasiado tarde, aquello que se alzaba ante mí ya no era mi madre sino un ser oscuro de más allá del muro. Siguió lanzando rápidos ataques contra mí pero no conseguía blandir el puñal para atacarla, las lágrimas perfilaban mi rostro mientras paraba cada golpe veloz. 

Cuando iba a lanzar su golpe final contra mí solo pude pensar “madre, te quiero, vengaré tu muerte”, entonces las enormes fauces del huargo rodearon su cuello hundiendo sus afilados colmillos en la pálida carne, con un ruido sordo al fragmentar los huesos. El cuerpo cayó a plomo, esparciendo una sangre azulada por toda la habitación, ya podría descansar en paz mi querida madre. Limpié con la manga ensangrentada las últimas lágrimas, el huargo negro seguía en frente mía, con la mirada calmada mirándome fijamente. No sabía muy bien el por qué pero era como si estuviese escrito que aquel huargo tenía que ayudarme.

-Debo buscar a mi padre, es la única familia que me queda ahora... por favor...

Sin ningún miramiento se acercó a mí, me olisqueó y lamió con su áspera lengua mi cara ensangrentada, era una cálida sensación.

La nieve estaba cayendo, al frente podía ver la gran muralla de la ciudad, a la derecha aquel bosque laberíntico, y más allá, el muro, mi destino.  

domingo, 27 de febrero de 2011

Bailando entre sombras.


Los días pasan, el mundo gira, cambiante como siempre,  y yo sigo anclada en este mismo día, por la mañana el sol sale filtrando sus rayos por las rendijas de mi ventana, me despierto buscando las diferencias con el resto de días pero no las encuentro. Me rodea la gente, no estoy sola pero entonces… ¿por qué siento que sí? Río con fuerza, hablo con mis amigos, me distraigo, el sentimiento desaparece pero solo hasta la llegada del silencio de la oscura noche, con él se silencian las risas y sale de las sombras otra vez ese horrible ser buscando cumplir su cometido, hundirme una noche más. Aunque intente esquivarlo vuelve a mí mermando mis ilusiones y mi ánimo, me cansa, me apaga, es como si en vez de persona fuese un robot frio e inanimado, solo se ver lo malo y no lo bueno, solo quejarme y llorar ante la incapacidad de avanzar, qué sensación más desagradable, despertar y ver que nada ha cambiado en tu mundo y que ese nubarrón sigue pintado en tu cielo azul. Esto no acaba así amigos, sé muy bien que no perderé, pero también sé que esto puede durar. La soledad no es  mi enemiga, soy yo misma la que me pongo la zancadilla, es un mal hábito que he cogido últimamente.

sábado, 26 de febrero de 2011

Hay días y días, y sobre todo noches que duran todo el día.

Hoy es uno de esos días que te sientes desganado, respiras porque sabes que tienes que hacerlo pero sino ni lo harías, un día en el que no quieres sentirte alegre ni si quiera contento, que quieres liberarte, puede que suene extraño pero son días que todos hemos tenido y que tenemos, llámalo mal día o llámalo X, pero son días en los que no me apetece sonreír, no quiero ver el lado positivo de las cosas, no quiero fingir que estoy bien y me siento hecha una porquería, ¿para qué mostrar una sonrisa que se tuerce en tu interior? Qué chorrada, déjame que una leve apatía guie mi día, no quiero oír frases de ánimo tipo “no estés así mujer, alegra esa cara, solo es una mala racha”, vivir en sociedad en ocasiones resulta agotador, tener que aparentar que nada malo pasa es duro si estas roto por dentro, y luego si ven tu dolor te inundan a preguntas que a veces ni lo hacen porque les importe, no, no me apetece dar explicaciones a nadie ni ser una hipócrita, no me apetece tener que ser amable, quiero este día para mí y esa persona del espejo, mañana ya hare todas esas cosas que se supone que debo hacer, me levantaré, me arreglaré y saldré afuera otro día más con nuevas fuerzas.
 Hoy quiero poder ser libre de elegir cómo sentirme, si necesito hundirme y llorar y si quiero aislarme y no hablar con nadie quiero poder hacerlo, no voy a perder la batalla por estar de bajón un día, estar de bajón es humano, no voy a rendirme ante ningún problema caiga las veces que caiga pues volveré a erguirme, confío en mí, sé que soy capaz de vencer lo que sea, pero hoy quiero dejar la mente libre y abrir esa jaula donde guardo mis bestias dejándolas correr por mis pensamientos, en una habitación llena de silencio en la que solo hable yo y que las paredes me escuchen, desplegar mi interior y leer todo ese largo pergamino que son mis sentimientos y, eso sí, ser honesta conmigo misma.

                                                      Cómo me gustaría que hoy lloviese.

lunes, 31 de enero de 2011

Retrospectiva.


Entre tanto aburrimiento, me he dedicado a hurgar entre mis recuerdos hoy, no sé muy bien el por qué pero empecé a recordar años pasados, cuando yo era todavía una niña y solo pensaba en tonterías y me llevaba por alguna que otra moda pasajera, cuando mis ideales eran solo algo de humo en mi mente y no los que ahora he formado, cuando estaba rodeada de gente a la que ahora apenas veo y con suerte hablo con ellas… y también he pensado en cómo era antes y en la situación en la que estaba en ese momento, no fue un buen año para mi ciertamente pero no me arrepiento de lo que hice, aunque sí que me gustaría poder haber cambiado algunos hechos que sucedieron fuera de mi control.

Pero bueno, lo que tiene el pasado es que no puedes pretender cambiarlo por mucho que lo desees y menos si es algo que se escapa de tu mano, hay que aceptarlo o te perseguirá eternamente como un mal sueño o incluso una pesadilla enfermiza.

Lo curioso es que me he encontrado viendo nuestros antiguos textos en aquel blog abandonado y que pensaba olvidado, y me he encontrado con antiguos sentimientos, viejos recuerdos que me hacían sonreír y llorar, y me encontré con personas que antes eran muy íntimas mías y que hoy no lo son, sinceramente sigo sin entender bien por qué se distanciaron de mí pero lo hicieron. Quizás todo lo que decían eran solo falacias, quien sabe, lo único que sé es que si no están conmigo ahora es porque no les importaría tanto.

Es gratificante ver que llevo años y años con mis amigos más preciados y que todo sigue tan bien como siempre, es sorprendente… son estas cosas las que me animan en mis malos ratos, gracias.

sábado, 29 de enero de 2011

¿Qué les pasa?


“Oye, ¿llevas un cigarro?” Quien me diría que esa simple frase pudiese acabar en violencia sin sentido… he visto cosas patéticas y penosas… pero… ¿¿pegar a alguien por un estúpido y  mísero cigarro?? Dios, a veces mi especie me da asco, ver gente dependiendo de algo material, tan ligado a ello que llegan a golpear la cara de cualquiera por un par de caladas efímeras y mortales, lo peor es saber que ese será tu sustento cuando seas un viejo fósil de museo, que el futuro del mundo puede estar en sus manos… me resulta indignante pasear por las calles nocturnas y solo ver depravación, vicio, decadencia y violencia en cuerpos jóvenes de quinceañeros. No sé si esto solo pasara por esta ciudad pero cada vez lo veo más o me fijo más, ya no sé qué pensar ni que decir, me pregunto si estos pequeños desechos realmente son conscientes de sus acciones, ¿serán conscientes del camino que están siguiendo? Demasiado jóvenes para un mundo de violencia y degeneración, demasiado viejos para cambiar los hilos del tejido.

Y luego están los padres de los susodichos, ¿Qué dirán? ¿Qué cojones pensaran de sus hijos? “muy bien hijo, estoy orgulloso de ti”… ¿eso les dirán? Pff, esos padres lo más seguro es que no hayan prestado atención nunca a su hijo, no lo han educado, no le han ayudado a ver el mundo desde una mejor perspectiva  ni le han mostrado un camino a seguir y donde se puedan empezar a formar aunque sus ideologías acaben siendo distintas, esos padres no debían de estar preparados para asumir esa responsabilidad, optaron por la vía fácil, darles lo que pidan y no poner pegas, así salen luego estas generaciones, más gilipollas y vacías.

Guardo la esperanza de que existan las excepciones en estas futuras generaciones y de que si tengo hijos sea capaz de educarlos como yo crea correcto y de que se formen como personas de provecho, aunque piensen distinto de mis ideales, me da igual, solo quiero que hagan eso, pensar.